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Abril
2005

 

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¡¡Sociedad Civil!!

 

Por Enriqueta Rivera
Número 44

¿Cómplice de la mediocridad y la autocomplacencia?
...Never de limón de never
(traducción: nunca de los nuncas)
Enriqueta Rivera

Después de un atraso en la entrega de la columna de este mes, puedo decirles que en México, se han vivido y se siguen viviendo hechos contundentes para nuestro presente y futuro, que hacen de una idea u otra obsoleta de manera inmediata, pues la realidad siempre rebasa “la pluma”. Pero quisiera compartir algunas reflexiones sobre la sociedad civil de nuestro país:

  1. Cada persona forma su opinión sobre los hechos platicando cotidianamente con su vecino, con el profesor, con la cuñada, con la hija.
  2. Si bien los medios masivos de comunicación pueden difundir una información con una postura ideológica asumida, no desaparece la posibilidad de discusión entre las personas.
  3. Recordemos como los jóvenes en el 68 se reunían a comentar, en las calles, en el pasto, con adultos, con jóvenes, con niños.
  4. Cuando en el terremoto de 1985, los ciudadanos unieron sus fuerzas con un alto grado organización.
  5. Recuerdo las escenas de los campesinos, que en tragedias naturales son capaces de apoyarse unos a otros para salir adelante.
  6. También cuando al bajarse de un microbús una mujer casi se cae, pero es salvada por un hombre sencillo, del piel morena, que aún entre el alcohol dijo cuidado señorita, tenga cuidado.
  7. Tengo presente cuando el chofer del camión dijo que tenga buen día, provocando en la otra persona esa misma reacción del buen día.
  8. Recuerdo al vecino que en una situación de emergencia ayudó a otro vecino a conseguir una ambulancia.
  9. Recuerdo una mujer sencilla que hace comida para estudiantes, y que con amor comparte el menú del día, estudiantes mexicanos y de otros países, que ven en la comida más que un alimento al cuerpo.
  10. Tengo presente la indignación de periodistas ante las injusticias de destruir una radio comunitaria que ha sido aprovechada por la comunidad misma de acuerdo a sus necesidades y no las impuestas.
  11. Recuerdo la tristeza en los ojos de las personas que caminaban donde habían caído edificios y muerto muchas personas tras el temblor del 85.
  12. Recuerdo que alguien comentó la anécdota, de una mujer que tras la destrucción por la Naturaleza de todo su pueblo, infringió una cachetada a un gobernador que aún viendo la tragedia decidía no determinar que era una zona de desastre para no aplicar el presupuesto correspondiente.
  13. Recuerdo a Rosario Ibarra con la fuerza de sus manos y de su voz, y con ella muchas mujeres más que con el dolor de perder a sus hijos siguen luchando por sus hijos desaparecidos, y ayudando a evitar que esto se repita.
  14. Recuerdo a aquel civil que se bajo de su coche para organizar el tráfico y así deshacer el nudo.
  15. Al dueño de la tiendita que apoya a una persona que ha sido robada.
  16. ...y así muchas historias más que seguramente usted también puede recordar y recrear.

Este es el México que yo veo, el cotidiano, de rostro humano, de corazón sensible, con capacidad de organización más allá de lo que las instituciones creadas para gobernar desearían; es por eso que se construyen espejos que sólo reflejan una parte de mi pueblo al cual pertenezco, porque el pueblo mexicano somos todos sin importar el color de piel o la cuenta en el banco.

Este México que aún ciertas instancias gubernamentales suponen que no tiene criterio, que no sabe lo que “le conviene”. Somos nosotros los que decidimos confirmar o no esas imágenes distorsionadas lo que somos para el beneficio de unos cuantos. El México que retrata la Secretaría de Gobernación donde los mexicanos se roban la luz u objetos del supermercado, no somos nosotros...son ellos que con cuellos blancos roban no un dulce, no la luz, sino millones de dólares cada año sin importar el partido al que pertenezcan, los que siguen intentando robar la capacidad de acción que tenemos como ciudadanos, como sociedad civil, los que con los años han provocando y siguen provocando la miseria de millones de mexicanos. A pesar de que han intentado una y otra vez destruir, seguimos aquí, sólo es necesario trabajar aún más intensamente por lo que queremos ser, por el desarrollo armónico y continuo de cada uno de nosotros, necesitamos trabajar en diferentes frentes, personas y acciones.

Por último, recuerdo la historia que me contaron de una pulga, cuya naturaleza es saltar, salta y salta, pero alguien le pone un techo a esta pulga y cada vez que saltaba el techo iba bajando más y más hasta que la pulga aprende que ella no puede saltar. La pulga podemos ser nosotros con una naturaleza de pasión por lo que somos, hacemos y creemos, pero en este ejercicio de la pasión, generación tras generación se ha desvirtuado tal cualidad, de forma que ahora las personas que viven con pasión, creyendo y trabajando por escenarios amorosamente alternativos son vistos y señalados como disfuncionales, como negativos, como improductivos, antipolíticos, como virus que debe ser atacado hasta su desaparición, la lista es muy larga, indígenas, campesinos, mujeres trabajadoras (en casa o fuera de ella), obreros, empleados, y muchos más...Como especie tenemos muchas alternativas, sensibilidad, raciocinio y capacidad de acción más allá de lo inmediato, no lo olvidemos, con y a pesar de la Matriz.


Mtra. Enriqueta Rivera
Catedrática del ITESM, Campus Estado de México y de la UNAM, México.

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