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Palabra TI

Resaca

 
Por Alejandro Tovar Luna
Número 28

Tras ERON le tocó el turno a WorldCom. ATT y AOL también se vieron inmiscuidos en rumores sobre posibles fraudes. Actualmente City Group está en proceso de revisión por parte de las autoridades. ¿Qué ha estado pasando en empresas de gran calibre durante este 2002? La "contabilidad creativa" se ha convertido en un común denominador de compañías que en su afán de presentar buenas cuentas a sus inversionistas, y evitar fuga de capitales, han echado mano de prácticas desleales y el acomodo de números de acuerdo a las necesidades corporativas.

En un principio las empresas de Telecomunicaciones se pensaba que serían las únicas afectadas por este tipo de acontecimientos. Sin embargo otras compañías de gran importancia también han sacado sus malas acciones en materia financiera que representa gran incertidumbre para los ya golpeados mercados. A estos actos hay que aunar las todavía consecuencias del trágico 11-S y, peor aún, el temor generalizado al estar cerca el primer año desde dichas tragedias.

¿A qué se debe este tipo de fraudes? Los especialistas en finanzas pueden dar argumentos de ámbito técnico especializado. Sin embargo todo esto tiene una sola raíz: el pinchazo de la burbuja tecnológica. Lentamente estamos viviendo la resaca que ha dejado en los sectores el desplome de la nueva economía, aunque los economistas lo califican como el fin del primer ciclo económico de Internet, lo cierto es que la incertidumbre y la radical caída de los mercados son, todavía, una loza muy difícil para la economía mundial.

Con el deslumbre de los supuestos beneficios que traería consigo el mundo de las empresas punto-com, el e-commerce, etc., las compañías elaboraron planes de negocio y, peor aún, financieros con falsas expectativas de rentabilidad y crecimiento. El objetivo primordial era conseguir financiación a cualquier precio. Las sociedades de capital de riesgo vieron esto com una oportunidad y comenzaron a otorgar préstamos a todas aquellas propuestas que incluyeran algún tipo de estrategia en materia de Internet.

Hoy en día conocemos que en marketing es importante aquellas empresas que buscan ser los First Movers o First Players. Esto hace alusión a los primeros jugadores en la industria que lanzan sus productos o que logran una presencia entre los consumidores. Los principios de la etapa económica de Internet vieron estos actos de manera continua. Había ocasiones en los cuales se podían lanzar hasta 8 o 10 portales especializados en un lapso de dos semanas. La proliferación de empresas que ofrecían contenidos, soluciones, productos, transacciones, consultoría, etc., fue inundando el mercado ante un oasis de rentabilidad que nunca llegó para todos (aunque hay sus excepciones como Amazon.com & Yahoo!).

El Time to Market (tiempo en llegar al mercado) fue una variable fundamental para las corporaciones que creyeron erróneamente que conseguirían beneficios con el simple hecho de contar con su punto-com. También las expectativas manejaban retornos de la inversión (ROI) casi de manera inmediata. Al pasar los meses y años los inversionistas no comenzaron a ver el ROI y poco a poco comenzó la decadencia de la industria. Como ya comentamos, el error más grande se dio en las falsas expectativas y en la carencia de planes financieros sólidos que aseguraran la existencia de la empresa. Se invirtió en publicidad, marketing, fuerza comercial, inmuebles, etc. pero el break even point nunca se alcanzó.

Todo lo anterior puede aplicarse a las empresas start-up que fueron fabricando sus estrategias sobre la marcha. ¿Errores? Indiscutibles. ¿Justificables?, hasta cierto punto. A pesar de que muchas punto-com contaron con apoyos de fuertes corporativos puede resultar entendible hasta cierto grado las prácticas hechas. Lo que no resulta del todo coherente es que los gigantes empresariales (ENRON, WorldCom) hayan caído en errores que han llevado a su quiebra en meses pasados.

Aunque este tipo de compañías ya contaban con capital y fuertes planes de negocio, decidieron aventurarse en la industria de Internet intentando diversificar su negocio. Se fue requiriendo mayor inversión y liquidez para hacer frente a dicha expansión empresarial. Incluso decidieron echar mano de los flujos de caja destinados para el pago a empleados y lo sustituyeron con opciones sobre acciones o algún otro elemento que les permitiera tener mayor flujo de caja y destinarlo a inversión interna.

Lo increíble resulta cuando se toma en cuenta que muchas de estas acciones se tomaron cuando era evidente que la industria de Internet tendría un serio colapso. Peor aún, para evitar escándalos y previendo que podría darse una recuperación en el corto plazo (un grave error, pues la teoría de ciclos económicos revela que un ciclo tarda en reestablecerse en un período de 2.5 a 3 años) y podrían generar la suficiente liquidez para hacer frente a las deudas de la compañía.

La respuesta del mercado nunca llegó. La economía siguió en picada, pasaron los sucesos del 11-S y la rentabilidad de las empresas disminuyó. Se tuvo que aplicar la ya citada "contabilidad creativa" para alentar a los socios capitalistas sobre la salud financiera de la empresa. Sin embargo ya no se pudo mantener por más el maquillaje de cifras.

El estallido ha sido de efecto negativo entre la economía global y las bolsas mundiales. Los estados han tenido que intervenir en auditorias y rescates de las empresas para evitar mayores colapsos.

Toda esta reflexión es simplemente un retrato de los errores suscitados de las falsas expectativas creadas por un sector de reciente creación e inmaduro como lo fue la Internet. Sería reiterativo mencionar los síntomas que llevaron a este desplome pero lo más importante es aprender que la nueva economía no es más que una extensión de la llamada economía tradicional y no por el hecho de inmiscuir tecnología va a cambiar las reglas y ciclos de los cuales se ha tenido gran enseñanza.

Habrá que ver qué sucede con los rescates e intervenciones de los gobiernos inmiscuidos. Existe mucho temor entre inversionistas que haya más empresas que hayan seguido esta filosofía de contabilidad. Solo esperemos que no existan más casos como estos que solamente han creado mayor incertidumbre y fragilidad entre las economías de todo el mundo.


Alejandro Tovar Luna
Alejandro Tovar Luna es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por el ITESM - CEM. Actualmente estudia el Master en EBusiness (MeB) en la Universidad Pontificia de Comillas, Madrid, España.




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