Por Alejandro Tovar Luna
Número 24
Estimados lectores,
aprovechamos para enviarles un caluroso saludo por las fiestas recientemente
concluidas y hacer algunas reflexiones sobre los diferentes acontecimientos
del año que finalizó hace un par de semanas.
El año 2001 marcó
la historia en diferentes rubros, especialmente tras los acontecimientos
del 11 de septiembre en New York, y en los cuales la comunidad de
las Tecnologías de Información, como desde hace más
de un lustro, jugaron un papel fundamental.
El inicio no fue específicamente
alentador. El NASDAQ, índice financiero que cotiza en la
bolsa de New York, sufrió pérdidas sustanciales tras
las desalentadoras quiebras de los denominados startups (empresas
de rápida creación con capital de riesgo) de la industria
tecnológica. En América Latina la situación
se fue haciendo evidente, sobre todo en aquellos países que
se encuentran a la cabeza en cuanto a recursos de Internet. Portales
que cubrían las diferentes zonas de la región americana
de habla hispana vieron cómo sucumbían ante los portales
de alto tráfico y con vasta experiencia en la industria.
Los primeros meses del año
2001 rompieron el paradigma generalizado y aceptado durante casi
tres años: una buena idea sería sinónimo de
éxito en Internet. Poco a poco comenzó a gestarse
lo temido por los entornos financieros al desinflarse la burbuja
de la nueva e-conomía. Ante los diferentes escenarios se
presentó un interesante fenómeno en el cual los inversionistas
de la industria buscarían tratar de recuperar sus inversiones
a cualquier precio, aspecto que comenzó a desviar los flujos
de capitales y a continuar con la especulación de una industria
severamente golpeada.
Tras el paso de las semanas las
Tecnologías de Información veían recortes en
los presupuestos y aquellos entrepreneur investors (inversores
emprendedores), que habían inundado el mercado hace unos
meses ahora trataban de recuperarse de los severos golpes recibidos.
El principal mercado de inversión
e impulsor de las TI, los Estados Unidos, también se encontraba
en recesión. Los niveles de las tasas de interés en
dicha nación se encontraban en los niveles insospechados
hace apenas dos años y lo anterior era el síntoma
más representativo de una posible ruptura en el equilibrio
financiero de las TI.
Sin embargo, y por contradictorio
que esto parezca, uno de los incidentes más trágicos
en la historia de la humanidad se transformó en un nuevo
impulso para la Internet como industria y medio de información
en los diferentes niveles. Los acontecimientos del 11 de septiembre
revelaron la duplicidad de aplicaciones de la red; por una parte
la capacidad de respuesta ante los hechos que se suscitaron - aunque
en un principio pareció de lenta respuesta, Internet se convirtió
en el medio en el cual se podía encontrar mayor y mejor información
sobre lo ocurrido - y por otra, que se reveló tiempo después,
la enorme red que se pudo crear alrededor del terrorismo y sus principales
actores.
Lo anterior desembocó en
una severa crisis en los diferentes mercados y en los hábitos
comunes de los habitantes de diferentes países. Sin embargo
Internet, al ser un medio personalizado y más especializado,
se convirtió en el sustituto idóneo para la realización
de compras, consultas e incluso asistencia de clases. Los servicios
informativos montaron sus cuarteles generales en Internet para que
la información viajase en tiempo real y con mayor exactitud:
en esta ocasión la guerra de los medios por la guerra (término
empleado por Ted Turner, CEO de AOL-TIME WARNER, en 1991 por la
Guerra del Golfo) encontró un nuevo aliado en las TI, específicamente
en Internet.
El escenario anterior planteó
una ligera recuperación de las TI y de los principales punto-com
de la industria. Dicho nicho de luz se estableció como una
posible guía para los nuevos emprendedores al sentar las
bases de planes de negocio adecuados y optimizar los flujos de comunicación
a través de Internet.
Lo que si queda claro, en este momento,
es la necesidad de replantear cómo se mueven las TI y, sobre
todo, cómo los mercados financieros van de la mano con los
agentes que forman parte del rompecabezas tecnológico.
Hoy en día, para subsistir
en Internet, es imperante contar con planeaciones adecuadas y estratégicamente
definidas además de contemplar las diferentes variables con
las cuales se cuentan. La nueva e-conomía sufrió uno
de los golpes más duros en el año 2001, aunque tuvo
esperanza ante los acontecimientos descritos en los párrafos
anteriores.
La principal enseñanza del
2001 para las TI: la clave de éxito no se encuentra en el
marketing o en una buena idea de negocio; hoy en día, tras
la enorme interdependencia de los mercados financieros la burbuja
de Internet debe contemplar todas las variables de negocio, retomar
fuerza y volver al escenario que, utópicamente, se creo alrededor
de ella aunque, en esta ocasión, con la experiencia de los
dos últimos años.
Alejandro
Tovar Luna
Alejandro Tovar Luna es Licenciado en
Ciencias de la Comunicación por el ITESM
- CEM. Actualmente estudia el Master en EBusiness (MeB) en la
Universidad Pontificia
de Comillas, Madrid, España. |