Por Alejandro Tovar Luna
Número 23
UnUna de las
principales áreas que se han desarrollado tras el boom
de Internet en el último lustro, y específicamente
en los últimos dos años, ha sido la administración
de conocimiento (Knowledge Management por su denominación
en e inglés) a través de las Tecnologías de
Información.
La gestación
A mediados de 1998, el denominado
e-learning (conocimiento electrónico) recibió
importante apoyo por diferentes institutos de educación superior
en todo el mundo (MIT, UCLA, Harvard, Oxford, etc.) para trabajar
en agresivas estrategias para desarrollar metodologías de
estudio a través de Tecnologías de Información.
América Latina no fue la
excepción a esta ola de "nuevo aprendizaje". Países
como México, Argentina, Colombia, Brasil, etc., vieron un
florecimiento de portales y dot-com (empresas punto com) que ofrecían
información y cursos a través de la red, con la "ventaja"
de que el estudiante avanzase a su propio ritmo y con sus propios
recursos. Paralelo a esto, las universidades de la zona latina incorporaron
nuevas asignaturas vinculadas con Internet o bien que fuesen impartidas
de manera "virtual".
El primer obstáculo
Sin embargo ambas ramas (sitios
comerciales y educativos) se enfrentaron a un paradigma altamente
expandido: ¿cómo aprender sin tener un tutor que lleve
de la mano al estudiante? Aunque pareciese obvio que los programas
académicos electrónicos deberían contar con
estrategias enfocadas a despertar el autoaprendizaje en
los estudiantes, en ningún punto se contemplaban módulos
de introducción al e-learning.
Ante estos escenarios y la falta
de tutoriales y de soporte online las 24 horas del día (para
aquellos usuarios nocturnos) a los nuevos "estudiantes virtuales",
comenzaron a provocar la caída del e-learning debido
a la carencia de fundamentos para el sustento del modelo de enseñanza.
Diversas empresas que habían
apostado millones de dólares a los portales educativos veían
cómo se perdían sus inversiones debido a la carencia
de estrategias adecuadas para la revolución en el aprendizaje
de las personas. Un paradigma rompía las expectativas generadas
por el mercado e incluso las universidades decidían omitir
presupuesto a los proyectos de esta nueva disciplina; la debacle
del mercado tecnológico se acentuaba aún más.
El cambio de paradigma y el paso
al Knowledge Management
Como era de suponerse, se comenzaron
a replantear las diferentes vías para desarrollar el campo
del "conocimiento virtual". En esta ocasión las
universidades y entidades educativas abanderaron esta nueva proyección
para el e-learning. Para finales del año 2000, según
un estudio de Business Week (1),
el 94.4% de las universidades en Estados Unidos contaban con algún
plan de manejo de conocimiento o de reinvención de los modelos
de aprendizaje. En esta ocasión el aprendizaje está
centrado en la innovación y el aspecto autodidacta de los
alumnos.
Universidades como el Massachusetts
Institute of Technology (MIT) fueron de las primeras entidades en
inmiscuirse en los modelos electrónicos y la administración
del conocimiento a nivel colegial. Este redimensionamiento se fue
expandiendo a universidades de América, como el ITESM en
México, la Universidad Católica de Chile, entre otras,
que decidieron cambiar el enfoque de sus cursos para digitalizarlos.
A pesar de la evolución en
cuanto a los medios físicos, aún seguía existiendo
el problema con el cual se habían enfrentado: el paradigma
de aprendizaje. Gracias a la experiencia del e-learning,
en esta ocasión se trabajó sobre el modelo que se
conoce formalmente como Knowledge Management (KM). En este se incorporan
tácticas de administración del tiempo, búsqueda
de información y, sobre todo, el empleo de las Tecnologías
de Información como elemento base para el desarrollo de una
cultura autodidacta en materia de educación.
Hoy en día el KM no se ha
quedado únicamente en las aulas de estudio; se ha expandido
a los corporativos que se preocupan por el mejoramiento continuo
concerniente a recursos humanos y estratégicos, que a final
de cuentas determinarán el rumbo de la organización
además de brindar herramientas y soporte complementario a
la fuerza laboral que fortalezcan el desarrollo empresarial.
Como es palpable, la administración
de dicho conocimiento ha sido importante para la vinculación
entre las diferentes áreas de la empresa a través
de las cuales se ha trabajado sobre importantes estrategias de vinculación
organizacional y en los que las TI han jugado un papel fundamental.
En los próximos años
todo indica que las grandes empresas aplicarán modelos de
enseñanza vía la comunicación vertical con
lo cual se podrán ampliar las áreas de acción
departamentales además de incluir mejores metodologías
de trabajo corporativo. El vehículo para el verdadero desarrollo
de estos modelos será la aplicación adecuada de las
TI al ámbito empresarial, modelo que, hoy en día,
está siendo desarrollado de manera importante por los principales
actores de la industria tecnológica.
Fuentes:
1
Business Week, semanario de información tecnológica
y de negocios. <http://www.businessweek.com>
Alejandro
Tovar Luna
Alejandro Tovar Luna es Licenciado en
Ciencias de la Comunicación por el ITESM
- CEM. Actualmente estudia el Master en EBusiness (MeB) en la
Universidad Pontificia
de Comillas, Madrid, España. |