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PERIODISTA WÁLTER CHÁVEZ, EL PERUANO PERSEGUIDO

Por José Manuel de Pablos
Número 62

Su nombre es Wálter Chávez y vive con su compañera y la hija de ambos con estatuto de refugiado político en La Paz (Bolivia). Es un hombre joven, destacado por su inteligencia, que aún soporta las secuelas de las torturas sufridas en tiempos del dictador Fujimori…1 y todavía padece la persecución desde los ámbitos más retrógrados de la corte fujimorista, a través de prensa fascista de Santiago de Chile (La Tercera), de La Paz (toda ella), 2 de Lima (la tríada parda de Expreso, Correo y La Razón.) y de Miami (The Mami Herald), junto al facha limeño Canal 5).
Vean: Wálter estudiaba Filosofía en la Universidad Mayor de San Marcos de Lima en 1990 y formaba parte de un grupo de estudios políticos, naturalmente mal visto por los fascistas (fujimoristas) que entonces ocupaban el poder en Perú. Fue detenido y torturado. Lo colgaban del techo, suspendido por los testículos; hoy, en la actualidad, Wálter Chávez sufre las secuelas de aquel trato inhumano y bastardo.
Fue acusado de terrorista, de formar en las filas del MRTA, Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, lo que siempre ha rechazado Wálter y la policía nunca ha demostrado.
Dice al respecto el diario limeño La República 3 “… fue arrestado el 11 de octubre de 1990 4 y pasó un mes detenido. Pero fue liberado al no hallar la policía otras pruebas que lo vincularan con el movimiento subversivo”.
Corrían los tiempos en los que “con el pretexto de la lucha contra el terror, se violaron los derechos humanos de los peruanos con una ferocidad y alevosía sin precedente en la historia del Perú”, en palabras, fíjense, del conservador Mario Vargas Llosa. 5

Liberado por falta de pruebas
Este extremo es de vital importancia en este proceso político-mediático que le están levantando los verdaderos terroristas mediáticos señalados: en 1990, la policía fujimontesinista que detenía a una persona y la torturaba hasta el cansancio, jamás de los jamases la ponía en libertad si tenía la más mínima sospecha de que en realidad pudiera existir cargos o pruebas contra el detenido. Eso lo saben los especialistas en derechos humanos y cualquier analista de la tragedia civil vivida en Perú a finales del pasado siglo, de la que Wálter Chávez es un damnificado.
Tal cosa, seguir detenidos, fue lo que le sucedió a centenares de peruanas y peruanos.
Un apunte: poco antes de la huída de Fujimori, ante las quejas de entidades de derechos humanos que acosaban al dictador por la existencia de estos centenares de detenidos inocentes en prisión, se creó la que fue conocida como Comisión de Indulto, 6 que no era tal –indultar es perdonar a un culpable–, sino una comisión para liberar a inocentes. Estaba integrada por tres personajes: el cura belga defensor de los derechos humanos Hubert Lansier, 7 nombrado personalmente por Fujimori; el defensor del Pueblo, Jorge Santiesteban, y el propio ministro fujimorista de Justicia, Fernando Vega Santa Gadea. 8
Los tres comisionados revisaron centenares de expedientes de presos, para liberar a aquellos en los que se dieran dos circunstancias:

1. hubiera unanimidad entre los tres integrantes de la comisión, y
2. tuvieran estos tres elementos convencimiento pleno de que los presos a poner en libertad no tuvieran indicio alguno, “comprobadamente”, de tener la más mínima relación o prueba de relación con grupos terroristas.

Eran ciudadanos detenidos entre 1990 –la fecha de detención y tortura de Wálter Chávez– a 1998: fueron liberados al final de ese proceso investigativo más de 700 personas inocentes, que habían estado años en prisión. 9
No era el caso de Wálter Chávez, a quien fue la propia policía quien lo puso en libertad después de las torturas infligidas, al comprobar aquellos funcionarios que no había pruebas para mantenerlo como a los 700 y pico liberados por la Comisión Lassier.
(Otra cosa es que ahora, en 2007, en 2008, se hayan ‘producido’ nuevas pruebas incriminatorias en la ‘fábrica de firmas’ instalada en palacio de gobierno para involucrar al ex presidente Alejandro Toledo, como ha denunciado su partido político, Perú Posible, y, ya puestos, pues de Toledo a Wálter Chávez: un juego de la oca deshumanizado...)
Esta realidad de la Comisión Lassier, que es histórica, informa de la arbitrariedad de la permanencia en prisión de cientos de detenidos y de la causa única para dejar en libertad a un encarcelado sometido a tortura: no encontrarle prueba alguna, ‘comprobadamente’, que sostuviera la detención.

Inocentes con años de cárcel
Los peruanos cuentan cientos de detenciones arbitrarias. Una de ellas es la de Yehude Simon, actual presidente regional de Lambayeque. Era presidente de Pueblo Unido, una asociación con presencia legal en el registro de asociaciones. Se encontraba de viaje fuera de Perú cuando el autogolpe fujimorista para acabar de endurecer la vida peruana. Mientras varios de los compañeros de Yehude Simon salieron del país, al ver venir lo que se avecinaba sobre Perú, este buen hombre regresó, porque nada tenía que temer: alguien aseguró que Pueblo Unido tenía relación con el MRTA, fue detenido y Simon pasó 7 años en prisión, desde 1992 a 1999. Al final, puesta en libertad y palmadita en la espalda. Buen chico.
(Hablamos de unas actuaciones policiales capaces del trato más inhumano a sus detenidos. A Víctor Polay, directivo del MRTA, lo tuvieron varios años, entre 1994 a 2000, viviendo su reclusión en total oscuridad, con salidas intermedias a la luz del mediodía y hoy tiene serias dificultades de visión; a Abigail Guzmán lo tuvieron en un ambiente insonoro de absoluto silencio producido, donde no había sonido alguno y nadie le hablaba, para ‘ablandarlo’ o se volviera loco, mientras su celda no era tal, sino un pozo, al que lo descolgaban desde arriba –como los animales que se meten en la bodega de un barco–, para que su prisión fuera una tumba. Hoy, las condiciones han cambiado y el autor de aquellas barbaridades, Montesinos, también se encuentra en prisión con estos personajes.)
Conociéndose estas arbitrariedades en el mundillo policial internacional, ¿qué caso va a hacer por ejemplo la Interpol o cualquier país serio y democrático a una denuncia derivada de aquellas actuaciones que desangraron a Perú? Todo, como iremos viendo, es el último psico-social oficial para ocultar al pueblo peruano la realidad negra existente en la vida social del país, donde la mayoría pobre es extranjera en su propia tierra, donde conviven dos sociedades, la minoría rica y bien educada e instruida (“vargallosistas”) y la mayoría pobre que sirve a la primera, con la peor educación pública de toda América Latina.

Corrupción generalizada de jueces, corrupción policial: Perú, 2007
Con la detención de Wálter Chávez en 1990 nos encontramos ante un nuevo caso de detención arbitraria de la policía fujimontesinista, ante la persecución de un estudiante, cuya única pena fue pensar por sí mismo en tiempos complicados. Éste es otro de los capítulos de los que algún día se tendrá que arrepentir la ‘justicia’ peruana, cuando sea Justicia, 10 cuando deje de haber en Perú “una percepción de corrupción generalizada dentro del sistema de justicia”.
En ese entorno de “corrupción generalizada” es al que la extrema derecha limeña pretende extraditar al periodista Wálter Chávez… ocultando entonces la gran extradición pendiente en el inicio de esta nueva maniobra: la del jefe ‘ideológico’ de quienes están levantando esta infamia contra el periodista Chávez (también es ‘mala suerte’ la suya, con ese apellido…: en este caso, todo suma…), que no era otro que el extraditable Fujimori.
En ese ambiente judicial se dan casos como el del humorista - novelista peruano Nicolás Yerovi, acusado en el Sexto Juzgado Penal de Lima por la jueza Sonia Iris Salvador Lureña de haber plagiado su propia obra (lo que leen), la novela Más allá del aroma y viene sufriendo lo inimaginable. 11 Perú es Macondo… y aquí nació Kafka.
Un ‘ejemplo’ muy reciente: Bajo el epígrafe “El Poder Judicial y la corrupción” leemos:

“Las reacciones tan fuertes que siguieron al descubrimiento de Eduardo Palacios Villar (juez provisional de la Corte Suprema, filmado cuando recibía dinero de un ex policía que quería comprar su restitución) sólo se explican porque hay una percepción de corrupción generalizada dentro del sistema de justicia. De otra forma, el escándalo alrededor de Palacios Villar habría sido visto como un hecho aislado. Citando a Mirko Lauer, la percepción es que no se trata de una “mosca en la sopa”, sino más bien de una “sopa de moscas”. 12

Ésta no es una voz única. El binomio ‘jueces corruptos’ aparece con demasiada frecuencia en un país, Perú, hermoso y grande, que no se merece tanta basura: “… los casos de jueces corruptos abundan sin que se haga algo para corregirlos”,  13 escribe Augusto Álvarez Rodrich, director del diario Perú 21, uno de los pocos, junto a El Comercio –de la mima propiedad–, La Primera y La República, que no está alineado con la prensa basura y parda de Lima (Expreso, Correo, La Razón), generadores de cortinas de humo para tapar la extradición de su jefe máximo, Fujimori.

¿Qué garantías?
En tal ambiente de corrupción jurídica generalizada, de jueces corruptos que abundan y de ‘sopa de moscas’, donde el 67 % de los ciudadanos desconfían del Poder Judicial, 14¿qué garantías tiene un acusado, un detenido?, ¿qué garantías para Wálter Chávez?
Otro dato para la reflexión: “En diciembre (de 2006), (la ministra del Interior, Pilar) Mazzetti comentó que (en Perú) el 20% de los policías eran corruptos, lo que generó el malestar de los efectivos policiales y sus altos directores”. 15 Sopa de moscas, pues, con tropezones de avispas.

Puesto en libertad tras ser torturado
Liberado Wálter Chávez, fue entregado a Amnistía Internacional (¿o fue a la Cruz Roja?: el dato no tiene mayor importancia). La entidad benemérita que recibió en sus manos a aquel joven peruano herido por la policía arbitraria tomó la sabia medida de sacarlo del país, para evitar un nuevo atropello. Lo llevó a Bolivia… y lo dejó en La Paz, en la rambla central, frente al novelístico Café Ciudad, con cinco dólares en su bolsa y toda el hambre del mundo.
¿Cuántas peruanas y peruanos de valía se vieron obligados a abandonar su país, irse al exilio, desangrado Perú por la merma de esta gente de valor? ¿Cuántos no volverás jamás y han rehecho sus vidas fuera de su tierra?
El estudiante torturado, que no conocía a nadie en la ciudad boliviana, se gastó su poco dinero en matar el hambre en aquel café y durmió aquella noche en la calle. Y la siguiente, pero entonces con hambre, y otra más, ya en el exilio, hasta que se encontró con un buen hermano, un desheredado boliviano lustrabotas, pobre como todos, de gran corazón como la gente humilde, que se apiadó de aquel chiquillo todavía malherido y de alguna manera lo adoptó. Wálter Chávez, nuestro protagonista, empezó a salir del pozo al que había caído, la fosa que ha arrebatado a tantos hijos de Perú que se vieron obligados a vivir lejos de su tierra.
Durante uno de aquellos días de dormir en el banco de un parque boliviano, Wálter se enteró de la convocatoria de un concurso de cuentos que hacía un diario local. Escribió algo y ganó el primer premio. Ese día lo festejó con su ‘familia’ boliviana, que era aquel lustrabotas amigo suyo. Y, como en una película de Hollywood, en el periódico le ofrecieron un trabajo, vista la lucidez de aquel muchacho. Poco después recibió el status de asilado político.

Y se hizo periodista y grande
De esa manera se inició la rehabilitación social de un peruano perseguido por la policía de un dictador. Y Wálter, el filósofo, se inició en una profesión para la que no había estudiado: el Periodismo. En la actualidad es un periodista de primera magnitud, con un derroche de lucidez que para sí desearan muchos hombres públicos. Con el tiempo dejó aquel diario y creó su propia empresa editorial, donde hoy edita El Juguete Rabioso, un semanario de análisis político; es el editor de la edición cono sur del mensuario Le Monde diplomatique en castellano y responsable de la agencia de noticias Bolpress.
Lo conocí durante la última etapa de la campaña electoral del MAS en La Paz, compartí con él muchas horas de faena y algún viaje por el interior de Bolivia, y puedo asegurar que sus virtudes humanas y su capacidad de trabajo e imaginación para superar dificultades profesionales, como su bonhomía, son dignas de todo elogio. Con este peruano en el exilio siempre se aprende algo.
Por eso, por su reconocida capacidad de análisis, ¿cómo es de extrañar que Evo Morales se fijara en aquel joven peruano que desde las páginas de su semanario de vez en cuando le daba leña, lo criticaba, le marcaba los fallos que cometía…? Evo Morales lo llamó para que fuera su jefe de comunicación en la casa de campaña de La Paz, mientras en Cochabamba se encontraba el otro comando de operaciones electorales de su candidatura a la presidencia de Bolivia.

Chivo expiatorio para un gobierno en serios apuros
De esa manera surgió la presencia pública del joven y lúcido peruano perseguido. Formó una familia en La Paz, donde nació su hija, y ha sido un animador de la vida cultural y periodística de la capital política de Bolivia. Lleva años trabajando sin problema alguno, sin llevar una vida de retiro ni mucho menos clandestina.
Tras la victoria de Evo, algunos medios limeños solventes –la minoría– le dedicaron el clásico reportaje del peruano que triunfa en alguna actividad en el exterior, en este caso haber ayudado al triunfo del primer presidente indígena de Bolivia. No ha sido Wálter una persona escondida ni mucho menos clandestina, sino quien reside en Bolivia con estatus de refugiado político de una dictadura que sufrió en su cuerpo.
Y, ahora, en 2007, en 2008, el fascismo mediático, en Lima, en La Paz, en Miami y en Santiago, en cualquier momento El País, de Madrid, como los medios de la misma empresa en Bolivia, que tienen al Evo en su punto de mira, han encontrado a un chivo expiatorio en este peruano que cometió el pecado de pensar durante una dictadura y, ahora, sigue sufriendo los coletazos de los herederos del dictador condenado. Y todos esos medios, aunados en alianza con un gobierno, el peruano de 2008, bastante preocupado por lo que se le está cayendo encima a su presidente, Alan García, 16 desde la Corte Interamericana de Derechos Humanos de San José, como veremos.
Si lo pusieron en libertad en 1990 “al no hallar la policía otras pruebas que lo vinculaban con el movimiento subversivo”, narra el diario limeño La República, 17 al dar Fujimori su autogolpe en plan 23 F, “las acusaciones por terrorismo fueron reactivadas”. Pero, ¿había tales acusaciones con pruebas o se trataba de la típica persecución personal que se da en toda dictadura y ahora, en el Perú de Alan García de 2007, de 2008 –la ‘fábrica de firmas’– se reactiva?

Golpear a Evo Morales como sea
La poca consistencia de todo el asunto sólo tiene una doble motivación para el actual escándalo artificial, que la prensa fascista aprovecha para preguntar por una próxima crisis diplomática entre Perú y Bolivia: 18
1 - se trata de golpear a Evo Morales como se pueda y con lo que se pueda, sin importar emplear la mentira, la infamia o el ridículo, aunque el periodismo se haga basura.
2 -  se trata de crear nuevas cortinas de humo, para tener al pueblo peruano pendiente de historias terribles, como son en Perú todas las que tienen relación con el fenómeno terrorista.
Por ejemplo, esa majadería de que Wálter es el Montesinos de Evo, como si se pudiera comparar al presidente Morales con el dictador Fujimori y su asesor… aunque, con cinismo, sea la prensa fujimorista quien lo asegure. Y lo hace con palabras del fiscal Guillermo Cabala… un público defensor de la pena de muerte, quien pone la carne de gallina cuando explica por televisión cómo ve la posibilidad de instaurar la pena máxima en Perú, todo ello tras la baba del presidente Alan García, el nuevo ‘Presidente Muerte’.
Entre las majaderías que la campaña mediática ha lanzado al papel sin el más mínimo pudor o recato encontramos algunas perlas, cuajadas de insolencia y periodismo malogrado:

1. Que se quiere casar con su secretaria, para tener nacionalidad boliviana. La realidad es que hace años vive con su pareja y han tenido una niña.
2. Que lo han acusado de militar en Sendero Luminoso y en el MRTA, en declaraciones de Filemón Escobar, 19 y lo publican, sin detenerse a pensar que ambos grupos terroristas eran enemigos mortales: lo importante es crear confusión en el entorno de la prensa basura limeña.
3. El Mercurio, de Santiago de Chile, echando leña al fuego contra el ‘enemigo’ de Chile, en visión pinochetista mediática, dice –y lo reproduce La Razón, de Lima, otro diario pardo– que han acusado a Chávez de secuestro de empresarios, cuando la verdad es que en el legajo policial de 1990 no aparece tal ítem. Otra cosa es que sea un añadido para la ocasión…: ¿la ‘fábrica de firmas’ en funcionamiento?
4. Han tratado de informar al pueblo peruano de que no tenía derecho a trabajar como asesor del gobierno, pero el Defensor del Pueblo de Bolivia ha dejado bien claro que esa actividad se encuadra entre sus derechos como refugiado, con carta de Naciones Unidas. Y el búnker fascista lo ha tratado de presentar como un delincuente, cuando es un profesional y un intelectual de reconocida valía, dentro y fuera de Bolivia, dentro y fuera de Perú, de mucho más valor que el trío de directores M de la prensa reaccionaria de Lima. 20
5. El espacio Panorama, del facha Canal 5 peruano, y lo ha repetido su par boliviano Unitel, 21 hasta el cansancio, en su campaña de mentira e insidia ha dicho, con tono dramático: “Aquí se esconde Wálter Chávez… un tipo siniestro y escurridizo". Falso que se esconda: todos los días ha entrado a trabajar a Palacio por la puerta principal y todos los periodistas que hacían turno ahí lo han visto cada día. Ni escondido ni escurridizo ni clandestino y este extremo es importante porque hay funcionarios que le están siguiendo el juego a la prensa fascista limeña, cuando aseguran que el caso se ha reactivado porque poco menos que acaban de dar con Wálter Chávez en La Paz. Falso: diciembre de 2005, el diario limeño El Comercio (Perú) le hizo una entrevista y el 6 de enero de 2006 le hicieron una nota grande en las páginas centrales en el periódico limeño La República, “Un peruano en el equipo de Evo”, en la que especificaban que es cajamarquino, con dos fotos y todo tipo de detalles. 22 Más: en febrero de 2006, en el programa (peruano) de Nicolás Lucar le hicieron una entrevista-reportaje de unos 10 minutos... O sea, que es falso el argumento de que acaban de dar con Wálter Chávez y que, por esa razón, se reactiva el caso… que no es caso, sino cortina de humo o, como dicen los peruanos, un psico-social, como los originados por Montesinos… éste por el nuevo Montesinos que sí que actúa en la clandestinidad…

¿Y por qué no regresa a Lima?
Alguien se puede preguntar si Wálter Chávez es inocente, ¿por qué no se presenta en Lima y hace frente a la acusación? La respuesta es sencilla: el panorama socio-político que encontraría en Perú no jugaría precisamente en defensa de los derechos humanos, lo mismo que la corrupción judicial o policial.
Veamos algunos casos muy recientes, de las últimas semanas de diciembre de 2006 – enero de 2007, cuando el gran extraditable se llama Fujimori y no Wálter Chávez: Fujimori, el jefe de un partido con presencia en el parlamento peruano… el único partido que apoya con los votos de su bancada la gestión… del presidente Alan García, en tiempos de traición al pensamiento de Haya de la Torre, de los principios del APRA, hasta el punto de que el opositor Ollanta Humala ha empezado a hablar de ‘fujialanismo’. Veamos, pues, cosas que estaban pasando en el Perú de 2007:

1. Unos estudiantes universitarios reparten en la Plaza de Armas de Lima información en contra del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y los interceptan. Al día siguiente, la prensa habla de la detención de terroristas, con todo tipo de detalles: esta estrafalaria forma de actuar es hija del montesinismo y en el argot político peruano se llama ‘un psico-social’. A los pocos días, los estudiantes fueron liberados sin más.
2. A gente humilde dependiente de diversos programas sociales se las lleva en autobuses 23 a la Plaza de Armas –donde está prohibido manifestarse y siempre hay gran presencia policial, con hombres y tanquetas– y el presidente Alan García los recibe en las escaleras de palacio, dentro del recinto cerrado. Cuando a la semana siguiente la manifestación es de ciudadanos contrarios a la pena de muerte, la policía carga contra ellos y los disuelve: no hay mayor muestra de arbitrariedad, de empleo del doble rasero.
3. En la zona del VRAE, valle de los ríos Apurimac y Ene, un grupo de policías son emboscados y mueren ocho personas. Se habla de que se han activado los restos de Sendero Luminoso y el país se estremece: un nuevo psico-social se pone en marcha. Muy pocos días después, varios ministros anuncian que han sido detenidos los ocho terroristas autores de la matanza y son presentados a la prensa en Lima, traídos desde la selva: se trata de ocho campesinos de Ayacucho que nada tienen que ver con el asunto, que han sufrido muertes en sus familias obra de Sendero Luminoso, que incluso han luchado contra la organización terrorista como ronderos 24 y ahora se veían acusados de todo lo contrario a lo que son y sienten. Hablan quechua, no son castellanohablantes, pero los detienen sin un intérprete. Son mostrados en Lima como criminales en estado puro. Les hacen la prueba de la absorción atómica y queda claro que en sus manos no hay rastros de plomo, o sea, no han disparado armas de fuego recientemente. Los ministros que los criminalizan dicen entonces que tendrán que declarar por las armas encontradas en su poder. Poco a poco queda claro que los artefactos, inservibles, oxidados, que no eran de ellos, fueron encontradas en las cercanías de donde los detuvieron… Se arma la marimorena en Perú, pero el fiscal los acusa de ‘terrorismo agravado’, que significa la pena de muerte que estaba promulgando en 2006 el presidente Alan García… Pasan el tiempo constitucional y siguen detenidos… hasta que son puestos en libertad y se presentan en el congreso acompañados por la diputada Juana Huancaguari, para que alguien les dé una explicación, una disculpa… No ha pasado nada; de momento no van a la horca. Disculpen las molestias.
4. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, nacida del Pacto de San José, condena a Perú por una matanza dirigida por Fujimori en el penal de Castro Castro. La misma prensa que pide la horca para Wálter Chávez pide la salida del Pacto de San José y la restauración de la pena de muerte, y el presidente Alan García se sube a esa guagua… Se ‘descubre’ que en Lima hay un memorial por los muertos y desaparecidos por la violencia política, El ojo que llora, 25 y la prensa fascista asegura que se trata de un monumento a los terroristas y que hay que echarlo abajo. El conservador Mario Vargas Llosa escribe del serio peligro de que “una singular conjura de la ignorancia, la estupidez y el fanatismo político acabe con él”. 26 Un diario del trío facha llega a decir que el monumento es un ¡atentado ecológico!, por encontrarse en medio de un parque. No hay medida ni razones. Es la sucia guerra mediática una vez más.
5. Si llegara Wálter a Lima, se encontraría con la exhumación de los restos del profesor y los nueve estudiantes de la Universidad de La Cantuta asesinados en 1992 por el Grupo Colima o con las denuncias que dejan claro quiénes eran el Comando Rodrigo Franco, autor de muertes semejantes, y dirigido por un personaje llamado Agustín Mantilla… ministro del Interior en… el primer gobierno de Alan García, el mismo presidente que ahora está en el poder. Wálter se encontraría, por ejemplo, con algo muy curioso: la sede de este comando asesino formado en el primer gobierno aprista tuvo su sede en una casona de la avenida Dos de Mayo, número 1.511, en San Isidro, Lima, “que sirvió de local de campaña de Alan García en 1985 y que luego se convirtió en centro de reunión del Comando Rodrigo Franco y del ministro del Interior, Agustín Mantilla”: 27 ¿se entiende?, ¿está claro?
6. Podría leer los crímenes de los ‘gal peruanos’, si cayera en sus manos el libro El Pentagonito, calificativo de la sede de la policía social en los tiempos del primer gobierno de… Alan García, presidente actual, donde quemaban los restos de los asesinados en el horno donde se destruían documentos, entre otros un pobre sargento ecuatoriano, acusado de espiar: ¿qué podría espiar Ecuador de Perú? ¿Tal vez la miseria de ambos pueblos en aquellos tiempos?
7. Lo mismo puede decirse sobre la sentencia que ha de llegar desde Costa Rica, sobre el asesinato del líder minero Saúl Cantoral y su compañera, Consuelo García Martínez, el 13 de febrero de 1989, a manos de una especie de gal denominado… Comando Rodrigo Franco, integrado por militantes apristas (APRA, partido hoy de nuevo en el poder…, con el mismo presidente, Alan García: un partido traicionado por sus jerarcas) y miembros de una unidad de elite de la policía, conocida como Grupo Delta. 28

Y si hubiera llegado a Lima, lo que se hubiera encontrado Wálter Chávez hubiera sido con la sentencia, nueva sentencia, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos referida a la matanza de presos, no todos condenados, ocurrida en el penal de El Frontón… cuando el presidente de Perú se llamaba… Alan García… O cómo se cambió al fiscal Chirinos… que es quien llevaba el caso de El Frontón: “Otro cambio que favorece a los investigados” 29.

Parece claro, muy claro, con lo dicho hasta aquí, que si el actual gobierno peruano necesita de algo es de muchas columnas de humo, de muchos psico-sociales, de muchos wálter-chávez, para entretener al personal con la que se le viene encima. Y la única prensa que lo apoya, la de extracción fujimontesinista, le sirve el bombón de Wálter Chávez, asesor de Evo hasta que comenzó esta persecución nueva, con lo cual se hacen varios servicios de una tacada.
Wálter Chávez les está sirviendo para ocupar al pueblo, a ver si no se entera de las sentencias por los asesinatos de los universitarios de La Cantuta, 30 por los asesinatos de Saúl Cantoral y Consuelo García Martínez 31 y por los asesinatos de los 118 presos de El Frontón, 32 los días 18 y 19 de junio de 1986, condenados o sin condenar, que eso era lo de menos. Parecen muchos asesinatos para un solo país… para unos mismos personajes a ser señalados por las sentencias que ya vuelan hacia Lima.
La pena de muerte de Alan García (a) Caballo Loco 33 y todos sus psico-sociales, como ven, no es ni ha sido algo improvisado: Wálter Chávez está siendo utilizado para engañar al pueblo peruano, como sucedió con la detención arbitraria de los ocho campesinos de Ayacucho y con lo que ha de venir.
Wálter es el noveno campesino de Ayacucho, al que encontraron cerca de otro campesino, llamado Evo Morales.
Así de simple es esta patética historia, engendrada por gente sin conciencia ni argumentos, que juegan con las personas y desconocen el espíritu de servicio que se ha de desprender de todo medio informativo. La prensa basura es lo que tiene. Y la iglesia católica peruana, silenciosa, que así está más guapa, mientras la Corte Suprema de Bolivia decide estos días de abril de 2008 sobre la solicitud de extradición de un peruano perseguido político, que vive en La Paz con estatuto de refugiado político de la ONU.

Dr. José Manuel de Pablos Coello
Catedrático de Periodismo, Universidad de La Laguna, España. Director del Laboratorio de Tecnologías de la Información y Nuevos Análisis, LATINA. Es miembro de la ejecutiva de la Fundación CEPS, Centro de Estudios Políticos y Sociales (http://www.ceps.es).