Por Enriqueta Rivera
Número
45
En
estos tiempos electorales (para gobernador del
Estado de México en México) y pre-electorales
(hacia el 2006, para presidente de los Estados
Unidos Mexicanos) son foco de atención
las campañas y discursos de los candidatos
y precandidatos, pues se desea saber –
antes de tiempo- quiénes serán
los contendientes, y ganadores.
Quizás
por ello, sea necesario hacer una invitación
a los Publiconsumidores inteligentes a escuchar
y observar los discursos, verbales y no verbales
de un organismo fundamental en México
para asegurar, en cierta medida, un camino a
la democracia vía el ejercicio del voto.
Estamos hablando de Instituto Federal Electoral,
en México.
Un instituto
que ha significado mucho para nosotros los mexicanos,
por tener aciertos algunos años atrás,
en el mantenimiento del respeto al voto en los
procesos electorales; un organismo que ahora
está en la mira porque se esperan –
o se desean- procesos electorales que promuevan
mejores condiciones de vida, a pesar y con los
diferente actores políticos y no políticos.
El Instituto
Federal Electoral (IFE), ha modernizado sus campañas
para promover el voto ciudadano, una cultura
política que rebase el ejercicio del voto,
trabajando con niños y aprovechando las
bondades de los medios de comunicación,
desde inscribirse al Padrón Electoral
hasta actualizar sus datos en cada ocasión
que se cambie de domicilio para que su credencial
de identificación sea efectiva.
Imagen tomada de <http://www.ife.org.mx>
Es en este momento,
en que en nuestro país está por
iniciar una serie en la televisión donde
la Familia Casillas es la protagonista, invitando
a reflexionar sobre las imágenes que se
están difundiendo de los somos los ciudadanos
mexicanos, preguntarse quiénes están
en primer plano y a quienes se les ha olvidado.
En concreto, analizamos la campaña para
recoger la credencial con fotografía.
La secuencia
en televisión presenta a una joven feliz
que realiza su trámite para obtener su
credencial de elector, y tarda en recogerla,
pasa el tiempo de tal forma que podemos observar
en la foto de la credencial como es que ella
se envejece.
Por supuesto
hay una relación estrecha entre el envejecimiento
y el paso del tiempo, sin embargo llama la atención
que conforme pasa el tiempo y envejece también
su rostro se va transformando de sonrisa a una
tristeza, además de las arrugas y el cabello
entre gris y blanco, despeinado.
¿Acaso
una persona joven siempre está sonriente
y arreglada, y una persona adulta mayor es triste
y olvidada de si misma?
Es una enorme
pregunta si consideramos que la población
adulta mayor, representa, primero algunas cifras:
De unos 8 millones
de personas con 60 años y más
en México, casi 80 por ciento carece
de pensión, mientras 45 por ciento no
tiene derecho a los servicios médicos
de las instituciones de seguridad social, afirmó
Verónica Montes de Oca Zavala, del Instituto
de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad
Nacional Autónoma de México, y
consideró que ante los graves problemas
que enfrentan los adultos mayores, incluidas
las enfermedades crónico-degenerativas,
es necesario establecer un plan nacional gerontológico.
La población adulta mayor representa
7.5 por ciento del total del país, y
se espera que en 2020 llegue a 15 millones de
personas. Actualmente la esperanza de vida de
los mexicanos con 60 años y más
es de 21.86 años adicionales (Sin pensión,
80% de 8 millones de ancianos en México:
especialista, 2004).
Haciendo una
prospectiva:
La conjugación
de estos factores hará que la tasa de
crecimiento de las personas de la tercera edad
alcance niveles inéditos en la historia
demográfica del país, y se mantenga
por arriba de 4 por ciento anual entre 2012
y 2023, mientras que el volumen actual se duplicará
hacia 2021 y nuevamente para 2043. En el transcurso,
la proporción que representan de la población
total irá también en constante
ascenso: a 12.5 por ciento en 2020, 20.2 por
ciento en 2035 y 28.0 por ciento en 2050, cuando
sean 36.2 millones de adultos mayores (CONAPO,
2005).
Fueron ellos,
en su época de juventud y adultez, los
que trabajaron muchos años para que nuestro
país -a pesar de los fracasos- siga en
pie de lucha por el desarrollo del país,
de forma concreta podemos decirlo, para poder
sobrevivir un día, teniendo presente la
cantidad de mexicanos que viven en la miseria.
Es claro que la situación presente es
histórica, no buscamos 'culpables coyunturales'.
Es acaso esta
población síntoma de “la
modernidad” que invade la vida cotidiana,
negándoles una pensión digna, un
trabajo remunerado ¿hasta el cariño
de algún ser querido? Cuántos de
nosotros, apenas pasamos los 35 años y
el sistema empieza a poner 'peros' para no contratar
o invertir en nosotros, claro que se habla de
la situación de México en concreto,
porque existen muchas excepciones. El caso de
los adultos mayores representa un reto inmediato
pues siguen siendo personas activas, con una
experiencia invaluable y no un mueble que debe
moverse de lugar sólo cuando se hace la
limpieza.
No es posible,
que un Instituto que marca una línea de
Democracia desde el ámbito gubernamental
en nuestro país, sea eco de una concepción
poco amorosa –en el sentido Humano- de
los adultos mayores, y que la difunda por uno
de los medios de comunicación más
poderosos de hoy día, aún en su
página de Internet muestra fotografías
de personas jóvenes dejando de lado a
toda la otra diversidad poblacional que nos representa.
Por supuesto
que los jóvenes son importantes, son fundamentales
para la consolidación o puesta en marcha
de proyectos sociales equitativos, democráticos,
amorosos, porque –como diría un
intelectual de los setenta– los acontecimientos
muestran que nuestra generación ha fracasado
en el intento. Pero también es cierto,
que el derecho a votar y la relevancia de esta
acción – siendo ciudadanos - no
conoce edades, o al menos, no debería
ser de esa forma.
En un contexto
mayor, es imperioso mencionar las obsesiones
del ser humano por lo puro, y por evitar el envejecimiento,
llegando al grado de desfigurar el rostro de
una de las creaciones de la Naturaleza. El miedo
a envejecer invade todos los espacios,
Tenemos muchas
contradicciones, como aquella costumbre de tomar
fotografías a los niños de la calle,
a los indígenas, a los ancianos ahora
los adultos mayores sólo cuando queremos
representar la diversidad poblacional para promover
alguna política o mostrar el lado exótico
de México.
Los adultos
mayores son y fueron personas productivas cuya
vida no termina cuando deja de trabajar, el retiro
laboral no es un retiro de los hechos vivenciados,
presentes y futuros, son personas can capacidad
de raciocinio, con sentimientos, y aunque algunos
lo consideren pasado 'de moda', con un sentido
de patriotismo que ya quisiéramos tuvieran
algunos de nuestros representantes, sin importar
su filiación política.
Como no es posible
afirmar, que nuestros jóvenes mexicanos,
por ser jóvenes son felices, cuidados
en su imagen y sonrientes; también existen
aquellos que se observan en la calles, en su
diario andar tristes, meditabundos, con un futuro
que no tiene rostro ni dirección.
Por qué
no aprovechar el medio de comunicación
y al mismo Instituto Federal Electoral para promover
una cultura de respeto a los adultos mayores
pues no hay nación que se conciba sin
ellos, es necesario reconocer que la población
tiene cada vez mayor presencia e incidencia en
el aprovechamiento de los recursos del país
y que su voto es valioso para el desarrollo del
país. Pero cabe señalar que eso
no significa que se esté de acuerdo en
utilizarlos como bandera para promover ideas
y acciones como si el sólo mencionarla
fueran una realidad concreta, para beneficio
de todos. Comprar el voto no es parte de la Democracia.
Referencias:
CONSEJO NACIONAL
DE POBLACIÓN, México
<http://www.conapo.gob.mx/prensa/2005/042005.pdf>.
Comunicado de prensa 04 / 05. México,
D. F., 27 de febrero de 2005
INSTITUTO
FEDERAL ELECTORAL, México <http://www.ife.org.mx>
"Sin
pensión, 80% de 8 millones de ancianos
en México: especialista". La
Jornada, México D.F. Viernes 27 de
agosto de 2004
Mtra.
Enriqueta Rivera
Catedrática del
ITESM, Campus Estado de México y
de la UNAM, México. |