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Junio de 2002

 

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Carlos Bonilla

Tambien en relaciones tiende a generalizarse el outsourcing

 
Por Carlos Bonilla Gutiérrez
Número 27

Es un hecho que cada día más empresas llevan a cabo acciones sistemáticas para mejorar su vinculación con aquellos grupos de interés para la actividad que desarrollan, como clientes, proveedores, accionistas, autoridades gubernamentales, medios de comunicación colectiva o la propia comunidad. Algunas lo hacen mediante los departamentos o direcciones de relaciones públicas con que cuenta su estructura; otras más encargan esta tarea a los responsables de mercadotecnia, ventas o recursos humanos; en algunas empresas es el propio director general quien se encarga de esta actividad; y otras la dejan en manos de un consultor o asesor externo en la especialidad.

En esta oportunidad nos referiremos a las ventajas que conlleva esta alternativa, la contratación de los servicios de un consultor externo en relaciones públicas.
El asesor en relaciones públicas es un experto que provee servicios de consultoría en comunicación estratégica y conducta organizacional a los directores generales o a los responsables de la función de relaciones públicas de cualquier tipo de organizaciones formales, como empresas, dependencias gubernamentales, organismos empresariales, partidos políticos, sindicatos, instituciones asistenciales, etc.
La tarea de un consultor consiste en contribuir para el diagnóstico de la relación de una organización con sus audiencias clave; en la elaboración de estrategias y planes de acción basados en dicho diagnóstico, encaminados a modificar la percepción que sobre la empresa o institución tienen aquellos grupos de interés, para que actúen en consonancia con los objetivos de la misma; y en la evaluación de todos estos esfuerzos, determinando la rentabilidad del esfuerzo llevado a cabo en este terreno, con base en la contribución del mismo a los resultados de negocio.

Muchas empresas complementan las actividades de un departamento interno de relaciones públicas con la contratación de un despacho de consultoría o de un asesor externo en la materia. Esto puede parecer contradictorio, pero se han identificado importantes valores agregados en esta combinación. De hecho, la mayoría de las empresas más grandes de los Estados Unidos utilizan esta fórmula por la sinergia que genera. Las ventajas de la contratación de un consultor externo en relaciones públicas pueden resumirse en los siguientes puntos:

1).- Una de las principales ventajas radica en que el asesor externo no está inmerso en la problemática de la organización. Aunque la conoce, vive al margen de ella. Esto hace que su consejo no se guíe por influencias internas y por lo mismo es más objetivo.
2).- Hay que considerar aquella máxima de que "nadie es profeta en su tierra". La opinión de un consejero suele tener más peso que la del personal interno.
3).- Para una organización pequeña resulta más económico contratar un servicio externo que personal de planta, al margen del costo en infraestructura que conlleva la creación de un departamento interno.
4).- El consultor externo tiene experiencia en la solución de problemas de distintos tipos en diferentes organizaciones. Su acervo no se limita a un área solamente.
5).- El asesor cuenta con un punto de vista más independiente, pues cuenta con varios clientes. El diferir en algún punto de vista con uno de sus clientes no representa una amenaza para su negocio.
6).- El asesor externo cuenta con importantes relaciones para la empresa en los ámbitos político, periodístico, social, cultural, empresarial, etc.
7).- La visión de conjunto, desde fuera, "a vuelo de pájaro" que tiene el consultor, es de gran utilidad para la empresas.
8).- Los servicios del consultor son flexibles, adaptables. Suele contar en la firma asesora con expertos en diferentes especialidades de la comunicación, lo que es de gran beneficio para los clientes.
9).- El asesor cuenta con experiencia en el desarrollo de proyectos especiales, que tal vez no se han presentado antes en la vida institucional de la empresa.
10).- El asesor cuenta con un importante acopio de datos acerca de los públicos de interés para todo tipo de ortanizaciones. Por ejemplo, datos de periodistas, funcionarios gubernamentales, embajadores, legisladores, etc.

La contratación de un consultor externo en relaciones públicas puede sustituir o complementar el trabajo de un departamento interno de esta especialidad. El uso del outsourcing se generaliza cada día. Las áreas de comunicación y relaciones públicas no son la excepción.


Lic. Carlos Bonilla Gutiérrez
Director General de AB Comunicación, empresa de consultoría estratégica y servicios de relaciones públicas y comunicación organizacional.

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