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Por Rosalía González
Número 36
"La existencia
nos separa, y la distancia sólo puede reducirse expresando"
Eduardo Nicol
Permanecer en el mundo
ha sido, a lo largo de la historia, una lucha constante de la humanidad;
explicarlo, sin embargo, no ha sido tarea de todos. Sólo
los que la han visto con ojos críticos, con mente contemplativa
y reflexiva, aquellos que al dejarse inspirar han generado el pensamiento
y la creatividad. Las mentes dadoras de sabiduría, orgullo
del pueblo que las ha acogido y legado valioso de la humanidad.
Entender su acontecer es una tarea
común en el ser humano. El hombre entiende para expresar,
para compartir, es perpetuo por sus expresiones; así genera
y regenera conocimientos, los moldea y con ello abate ciertas incertidumbres,
luego produce nuevas , y en tanto más conoce más le
acechan.
La comunicación, es un elemento
indispensable en la vida del ser humano, con ella crea, produce
y reproduce creencias, valores y visiones del mundo que le dan la
oportunidad de estar con él y con los otros dentro de uno
o varios contextos. Surge a partir del intercambio de expresiones
constituidas por información, que está dada antes
de que la comunicación surja; ya que se encuentra en el sobrevenir
de cada ser humano, quien a medida que la asimila y la conjuga con
su realidad, se educa.
La información es, entonces,
la abstracción que el ser humano hace de su realidad y la
configura al interrelacionarse para formar una realidad social.
Los datos para asirla están en el espacio, en el entorno,
se los acoge y convierte en información, luego los actores
la seleccionan y la transmiten, la reafirman o refutan en un proceso
comunicativo. A partir de esto se generan acciones que crean, junto
con su entorno significantes de vida. Consecuentemente, la comunicación
en la formación de seres humanos es imprescindible. Cada
expresión es una manera de complementar el vacío sentido
por la diferencia con el otro, y esta diferencia es la que reactiva
la necesidad de comunicar.
Cuando se aprende se comunica,
al comunicar se comparte y al compartir se abren brechas que permiten
constituir códigos variados de expresión. La comunicación
es entonces amor, porque uno ama lo que no posee y uno no posee
la expresión del otro. Por lo tanto aprender es un acto de
amor, de amor a sí mismo y al otro. La necesidad de expresar
nace en el momento mismo en que el hombre se vuelve ser social,
al tiempo en que se relaciona con sus semejantes, la educación
es nutrida en ese lecho y sólo es posible cuando hay comunicación,
por ello se afirma que es imprescindible en la educación.
Asimismo, la educación es
un elemento guía en la búsqueda de caminos para que
el ser humano pueda concebir su mundo, entenderlo de tal manera
que el conocimiento lo vea como parte de todo inasequible como tal
, pero penetrable en tanto le inquieta, atrae, desea y se haya mirado
como una persona inmersa en esa totalidad. En esta medida, educar
y comunicar, son acciones que conllevan en su marcha al quehacer
de toda enseñanza apropiada, el hacer es reflejo de la congruencia
del pensamiento aunado al corazón. Por lo tanto los valores
elementales de la armonía vital están engarzados dentro
de esta tríada y desembocan en los conceptos de justicia
e injusticia que distan mucho de la lógica seguida en el
mundo moderno, ya que "producir justicia es establecer entre
las partes del alma la subordinación que en ella ha querido
poner la naturaleza. Producir la injusticia es dar una parte sobre
las demás un imperio que va contra la propia naturaleza."
(Platón, 1973, p. 511)
La visión del mundo actual
se ha desvanecido en recovecos aislados que han perdido de vista
ciertos aspectos metafísicos de la vida; así las formas
de convivencia social se ven magulladas por esta dinámica.
La educación, es una de esas tantas formas de interrelación
proveedora de posibilidades para palidecer la subordinación
injusta, y sólo pueden lograrse coherentemente al educar
el alma y el pensamiento para aplicarlos en el hacer paulatino de
la vida. En nuestros días puede hablarse de dos tipos de
educación, con considerable familiaridad. La educación
presencial y a distancia.
La educación presencial (aprendices
en un mismo tiempo y espacio) ha sido, desde la antigüedad,
poseedora de expresiones que se fusionan en actos comunicativos,
es decir actos con cargas de sentido, con intención, y eso
arbitra las distancias simbólicas de los participantes. Por
lo que la tríada puede ser asimilada de manera muy directa,
lo que sucede es que debe existir una voluntad interpersonal, una
necesidad de compartir.
Ahora, la pregunta será
¿La educación a distancia está nutrida por
actos comunicativos? Y bien ¿la sociedad en la que nos movemos
es influenciada por actos comunicativos? De inicio podría
negarse; por el tipo de relación que tiene dicha modalidad
de educación o por la vida y los valores prevalecientes en
nuestros días; sin embargo, comunicar y aprender nunca dejarán
de ser actos de amor.
Para dar una posible respuesta
se retomarán algunos conceptos claves. La educación
es "la belleza y perfección del alma" (Platón,
en Byrd, 2002, p. 26). Y, si el objeto del amor, tal como Diotima
señaló a Sócrates, "es la generación
y producción de la belleza", (Platón, 1972, p.
374) la belleza no poseída, entonces la educación
fecunda perfección y belleza; así se regenera el hambre
de expresar y tener la belleza otorgada al educarse. En este rol,
la comunicación es la que vuelve a lo expresado inmortal;
es la que hace al los perpetuos, perpetuos, a las personas bellas
de alma, eternas.
Por lo tanto, la educación
es un medio por el cual se constituyen expresiones y la acción
que guía a este objetivo es la de comunicar. Por el proceso
comunicativo el hombre manipula (en el estricto sentido de la palabra)
elementos biológicos y tecnológicos para hacer más
cómoda y proveer de sentido su existir, de esta manera conjuga
naturaleza y cultura en afán de una vida socialmente acordada
como mejor y, en interés de comunicarse eficientemente, ha
creado medios que le permiten relaciones rápidas, libres
de las inclemencias del tiempo y adaptables a los diversas formas
de vida. Dichos medios abren la posibilidad de crear acervos políticos,
sociales y culturales.
El Legado de las Expresiones
La sociedad es por naturaleza cambiante, la expresión permite
que el pensamiento no fenezca. La revolución alfabética
dio la pauta para fincar expresiones duraderas entre los seres humanos,
pero tenía muchas limitantes puesto que el conocimiento no
era para todos. En Europa hasta 1456 con Gutenberg y su imprenta,
que ya cuenta con tipos móviles, es cuando se permitió
que el conocimiento llegara a mayor cantidad de gente, sin embargo,
todavía existían exclusiones. A la Nueva España
la imprenta llegó hasta 1539, y su uso primordial fue adoctrinar
a los indígenas y hacerles llegar información oficial
por medio un servidor público llamado pregonero quien se
encargaba de transmitir las disposiciones.
Posteriormente, la revolución
tipográfica inició con la idea de un medio de información
para las masas, en Europa a finales del siglo XVI se conocieron
las hojas comerciales donde se daba información de predios,
avisos, guerras y rutas comerciales, luego, se dieron aspectos políticos
y sociales. De forma parecida, en la Nueva España surgieron
las hojas volantes, donde la información era particularmente
extranjera, de carácter oficial y religioso.
Con el paso del tiempo y con la
necesidad de saber y expresar más se canalizaron los primeros
periódicos, con lapsos de publicación inestables,
más tarde se pulieron hasta hacerse diarios. En ese momento,
ya se veía en ellos la posibilidad de una distribución
costeable y con noticias frescas.
En México fue hasta la década
de 1880 con la entrada de capital extranjero y la construcción
paralela de ferrocarriles cuando se formaron las bases para un crecimiento
económico que traería consigo mejoramientos en las
redes de información.
La Revolución Electrónica
A mediados del siglo XIX el telégrafo inició con la
etapa de las telecomunicaciones. A principios del XX se inventó
el cinematógrafo el cual fue pensado de inicio como un medio
para documentar la realidad; sin embargo se enraizó como
un medio alternativo visualizado para educar tanto formal, como
informalmente. En la segunda década del mismo siglo se consideraba
como modo de entretenimiento familiar. En los años finales
a la década del 20 nació, la radio que a finales de
los 30 fue considerada como forma de entretenimiento familiar en
Estados Unidos. En los 40 comenzó la televisión y
las primeras transmisiones con sonido e imagen y con ella el medio
formativo a distancia que ha tenido más alcance por el número
de personas a las que llega tanto formal como informalmente.
Hoy, Internet
Hoy en día Internet y la red mundial (World Wide Web) han
crecido de manera impactante. Se originó por la iniciativa
del Ministerio de Defensa de Estados Unidos, por medio de una red
interactiva llamada Arpanet de la que se conectaba un grupo de computadoras
con las cuales se podía intercambiar información.
Luego una red entre las universidades
más importantes se desarrolló de modo que podía
obtenerse información de cualquiera de éstas. El paso
siguiente fue llevar el servicio de Internet al hogar por parte
de empresas privadas. De éste modo y con un navegador se
puede tener acceso a la red de redes.
En nuestros días, más de ciento diez países
están unidos por la red. Sin embargo la posibilidad de conectarse
a Internet en algunas regiones del mundo es nula, ya que los sistemas
son restringidos por el poder adquisitivo o incluso porque los sistemas
telefónicos son inadecuados. No obstante, la educación
a distancia por este medio cobró un gran giro, ya que por
él, es posible estar inmerso en un mismo tiempo y espacio
virtual con el fin de obtener educación tanto formal como
informal. Es un medio que aglomera a todos los demás en su
nicho; si se quiere es radio, televisión, cine, prensa escrita,
correo, entre otros; de tal modo, es posible compartir virtualmente
conocimientos, experiencias y modos de vida en un área informática.
Pese a la gama de posibilidades,
el Internet no es el que ha tenido mayor alcance en la educación
a distancia ya que "actualmente, existen 139 universidades
que ofrecen programas de educación a distancia en el mundo"
(Crovi, 2001, p. 92).Y a diferencia con otros medios como la radio
y la televisión debe pagarse un servicio extra, por lo que
estos últimos son medios que pueden situarse en los lugares
más recónditos, lo que los ha vuelto herramientas
tecnológicas ex profeso en la educación formal e informal.
De esta manera, el siglo XX marcó
un cambio radical en los mensajes transmitidos en diversos medios
de información. La infraestructura de éstos crece
rápidamente y las posibilidades de obtener datos se multiplican.
De modo que se puede conseguir información de diversos temas
a la vez en tiempos y espacios conjugados. Así, el hombre
guarda relaciones dialécticas entre permanencia y cambio
en sus formas de interacción y, por ende, reestructura sus
procesos cognitivos para aprender del mundo y aprehender su realidad
dinámicamente.
Asimismo, vivir en una sociedad
global implica la recreación constante de modos de vida que
están sujetos a los sistemas imperantes. Los modelos de educación,
tanto presencial como a distancia, repercuten en gran medida para
las producciones simbólicas de la cultura en los contextos
locales recurrentes al sistema global. Es por ello que los perfiles
de ingreso y egreso de los planes de estudio estarán sujetos
completamente a las prácticas sociales, económicas
y políticas globales.
En las últimas décadas
se ha apelado a la convivencia global, en el mundo se pugna por
lo homogéneo; los medios transmiten deseos, carencias y fines
homogéneos y, por supuesto esto no es compartir, es por esto
que la educación a distancia juega un papel preponderante
porque bifurca esos fines y plantea que dentro de los medios se
comparta. Esto es posible porque genera modos de interacción
diversos; en primer lugar, el profesor y los estudiantes pueden
no estar presentes físicamente en el mismo espacio y tiempo,
por lo que el proceso comunicativo está sujeto a la creación
de elementos mediadores entre el docente y el alumno. En tal caso
el medio por el que se da la educación a distancia no es
sólo apoyo didáctico sino que se convierte en un elemento
ineludible dentro de la formación; de este modo, las relaciones
deben compartir realidades, que en la educación presencial
son más cotidianas.
La educación a distancia
se nutre de actos comunicativos con nuevos matices que iluminan
una posibilidad de expresar y compartir aspectos a mayor alcance
espacial y temporal. Dicho lo cual, implementar planes y programas
de estudio que apelen a la dualidad educativa entre educación
presencial y a distancia, podría fomentar elementos para
una sociedad fructífera y proveedora de conocimientos compartidos,
por tal, comunicativos y entonces será una sociedad capaz
de trascender, pensar y amar.
Referencias:
- BYRD, Orozco Alejandro .(2002).
La UNAM frente a la educación con tecnología . México,
UAM.
- CROVI, D.D. (2001). Comunicación
y educación. La perspectiva latinoamericana. México,
ILCE.
- NICOL, Eduardo. (1989).
Metafísica de la expresión. México. FCE
- PLATÓN, Diálogos.
1972, México, Porrúa.
- PESTALOZZI, Juan Enrique.
(1996). EL canto del cisne. Editorial Porrúa.
- PISANTY Panorama de la Educación
a Distancia. Consultores Internacionales asociados. Recuperado el
29 de octubre de 2002 en: <http://www.edudistan.com/ponencias/Alejandro%20Pisanty%20Baruch.html>
Rosalía
González Castro
Estudiante de la Licenciatura en Comunicación.
UNAM-
ENEP Acatlán, Estado de México,
México |