Cuartos Textos Por: Sergio Carrara Hay en las cuatro paredes de mi cuarto un hermoso reloj antiguo que ya no funciona. Sus manecillas detenidas casi desde siempre, señalan imperturbables la misma hora: las siete en punto.
Casi todo el tiempo, el reloj es sólo un inútil adorno en una blanquecina y vacía pared. Sin embargo hay dos momentos en el día, dos fugaces instantes en que el viejo reloj parece resurgir de sus cenizas como ave fénix. Cuando todos los relojes de la ciudad, en sus enloquecidos andares marcan las siete y los cu-cu y los gong de las demás máquinas hacen sonar por siete veces su repetido canto, el viejo reloj de mi habitación parece cobrar vida. Dos veces por día, a la mañana y a la noche, el reloj se siente en absoluta armonía con el resto del universo. Si alguien mirara el reloj solamente en esos dos momentos, diría que funciona a la perfección..... Pero pasado ese instante, cuando los otros relojes han acallado su canto y las manecillas siguen sus monótonos caminos, mi viejo reloj pierde su paso y permanece fiel a aquella hora que alguna vez detuvo su andar. Y yo amo ese reloj y cuanto más hablo de él, más lo amo, porque cada vez me siento más parecido a él. También yo estoy parado en un tiempo, también yo me siento clavado e inmóvil, también yo soy de alguna manera un adorno inútil en una pared vacía. Pero tengo también fugaces momentos en que, misteriosamente, llega mi hora. Durante esos tiempos, yo me siento que vivo. Todo está claro y el mundo se transforma en maravilloso. Yo puedo crear, soñar, volar, decir y sentir más cosas en esos instantes que en todos los otros. Esas conjunciones armónicas se dan y se repiten una y otra vez, como una secuencia inexorable. La primera vez que lo sentí, traté de aferrarme a ese instante creyendo que podría hacerlo durar para siem-Pre. Pero no fue así. Como a mi amigo el reloj, también a mí se me escapa el tiempo de los otros. .........Pasados estos momentos, los otros relojes que anidan en otros hombres, continúan su giro y yo vuelvo a mi rutinaria muerte estática, a mi trabajo, a mis charlas de café, a mi aburrido andar que acostumbro a llamar vida. Pero yo sé que la vida es otra cosa. Yo sé que la vida, la vida de verdad es la suma de aquellos momentos que aunque fugaces, nos permiten percibir la sintonía del universo. Casi todo el mundo, pobre, cree que vive. Sólo hay momentos de plenitud y aquellos que no lo sepan e insistan en querer vivir siempre, quedarán condenados al mundo gris y repetitivo andar de la cotidianidad. Por esto te amo, viejo reloj, porque somos la misma cosa tú y yo. Adaptación de " El reloj parado a las siete " de Papini recopilado por Ana. ********************************************************************** Abriendo la puerta Yo era un anciano en aquel tiempo. Aunque estaba débil, me gustaban las emociones fuertes y para alimentar mi certidumbre de ser viejo acostumbraba masticar los relámpagos que día a día estremecían las puertas. Además, lo conocía todo... ¡era un sabio, que joder! Al final de cuentas esos umbrales siempre habían sido cuidados por mí y los sonidos que poblaban este lado del mundo me decían una y otra vez las mismas cosas. Después crecí, claro, y el aroma de la albahaca me arrastró hacia otras tierras y otros portales. Había migrado, y algo apenas perceptible me estaba transformando. Mi piel iba perdiendo poco a poco sus arrugas y mis nuevos cabellos ardían con el color del fuego. Al cabo pude oírlo. En algún momento incierto de lugares, un coro de niños cantándole a lo desconocido logró atravesar la costumbre de las puertas. El cielo empezó a caerse. Sentí que mi arrogancia cedía frente al impulso del vigor creciente. La música nunca había tenido secretos para mí ¿qué era ahora este rubor viril, este arrebato de pasión incontrolable? Las voces de los chicos seguían creando armonías imposibles y el cielo se rasgó en un grito. La sonoridad acabó empujándome al delirio. Dancé, cayendo, un himno de orgasmos y caricias; un arreglo insensato compuesto por turgencias, escalas, colores primarios y zumbidos. El cielo se derrumbó en silencio. Bailaba frenético cuando las manos de mi compañera me aferraron, surgiendo imprevistas; certificando que el futuro tiene siempre la temperatura del deseo. Allí supe que el amor sabe a almendras y lleva un tímido flequillo cubriendo su frente diamantina. La música, entretanto, seguía brotando y junto a su tibia intensidad mis dientes menguaban de tamaño hasta perderse. Los labios se prendieron a un tierno Si bemol hecho de piel morada y curtida. Flotaba en la inmensidad cuando la luz me deslumbró. El amnios se vistió de un rojo majestuoso. Creo que el vientre de mi madre se estremeció al abrir la puerta. Sus dedos aferraban el bronce pero fue mi influjo quien giró el picaporte. Para ese entonces había dejado de saberlo todo y la música ya no me llegaba. Ella era yo mismo surgiendo inagotable. Carlos Pagés ******************************************************************** Adicto a ti Tus labios se contornean ante mi Como una cobra bailando al son de la flauta Son mi encantador Soy tu serpiente Mi boca aspirada por tu danza Intenta inútilmente resistirse Esa succión incontenible Transforma al mundo en un grano de arena Y yo ahí, esperando que se abran para mi Desesperado de pasión Sin poder besarte ... Sergio Carrara ********************************************************************* La calificación Es sumamente enriquecedor para las relaciones humanas modificar la costumbre de no calificar a las personas. Ni hablemos de evitar la descalificación. Marcar los errores y callar las virtudes es moneda corriente, cuando en realidad es mucho mejor al revés. Críticas en público y elogios en privado o mudos. No va. Que estemos acostumbrados a la agresividad y a la competencia destructiva, no quiere decir que nos haga bien. Que esté generalmente aceptado no quiere decir que sea bueno. No quiere decir que no se pueda modificar Si bien nos gusta y nos hace bien, a veces ser calificados nos da vergüenza. Es por falta de costumbre Aceptamos la realidad que nos toca vivir como algo estático y sostenemos indefinidamente situaciones que nos hacen sufrir. Esto tampoco es definitivo e inmodificable Suelen se nuestro entorno familiar personas críticas y descalificadoras. Que sean parientes no quiere decir que no nos puedan lastimar. Es muy divertido pedir a estas personas que nos elogien 10 veces, que nos encuentren 10 virtudes que nosotros tenemos. Causa gracia ver como les sale humo del cerebro y cuando encuentran alguna, se les traba la lengua y no les salen las palabras Cambiar no una tarea nada fácil. Y mas difícil es todavía modificar a nuestro entorno. Hasta podríamos decir que es imposible modificar la conducta de cualquier persona ( incluidos nosotros mismos ) sin la plena convicción, la fuerza, el coraje y la aceptación de las consecuencias En general, cuando una relación lastima, lo mejor es tomar distancia a la brevedad, resultando un despilfarro de salud y energía empecinarse en modificar lo inmodificable Las palabras pueden ser la mas dulce de las caricias o el mas ponzoñoso de los venenos. Está en manos de quien las dice. El asunto es que los adultos necesitamos caricias como los bebes para que nuestra vida sea hermosa y plena de sentido Sergio Carrara ********************************************************************* Ahora les quiero contar una experiencia: me ha gustado mucho la parábola que me llegó a través de Sergio Carrara y que transcribo más abajo. Tanto me gustó que la quise copiar con mi vieja máquina de escribir que, también, funciona muy bien, exceptuando una sola tecla. Pero, entonces me sentí totalmente menoscabado al descubrir con horror que no todas las teclas son iguales, porque la tecla que falla en mi vieja máquina es ... la equis. No obstante, doy gracias al cielo por no estar entre los nabos a los que les falla la W. Ahí va la transcripción: Usted es una persona clave....... Aunque el modelo de mí máquina de escribir es viejo, funciona muy bien, exceptuando una sola tecla........ Usted pensaría que con todas las otras teclas funcionando adecuadamente , que una sola tecla fuera de servicio no se notaría , pero aparentemente , una sola tecla fuera de servicio , arruinaría todo el esfuerzo..... Usted puede decirse a sí mismo.....: "Bueno, solo soy una persona entre tantas; nadie notará si no doy lo mejor de mí...." Pero sí hace una diferencia , ya que para que una organización sea efectiva, necesita de la participación activa de todos y cada uno en su mejor capacidad..... Así que la próxima vez que usted crea que no es importante , recuerde mi vieja máquina de escribir...... Usted es una persona clave....... Un abrazo Franco ********************************************************************* Que tengan un muy buen día!!! Espero que les guste . Dos ángeles que viajaban pararon a pasar la noche en el hogar de una familia rica. La familia era grosera y rechazó la estancia de los ángeles en el cuarto de huéspedes de la mansión. En su lugar, los ángeles fueron hospedados en un espacio frío del sótano. Hicieron su cama en el suelo duro, entonces, el ángel más viejo vio un agujero en la pared y lo reparó. Cuando el ángel más joven le preguntó por qué lo hizo, el ángel viejo le contestó que "las cosas no son siempre lo que parecen". La noche siguiente, los ángeles se hospedaron en un hogar muy pobre, pero el granjero y su esposa eran muy hospitalarios. Después de compartir el poco alimento que tenían, los esposos dejaron dormir a los ángeles en la cama de ellos para que estuvieran cómodos el resto de la noche. Cuando el sol salió a la mañana siguiente los ángeles encontraron al granjero y a su esposa hechos pedazos: su única vaca, de la cuál obtenían dinero por su leche, posaba muerta en el campo. El ángel joven se enfureció y le preguntó al ángel viejo por qué permitió que esto sucediera. El primer hombre tenía todo y le ayudaste, la segunda familia tenía muy poco y estaban dispuestos a compartir todo y dejaste morir a su única vaca. "Las cosas no siempre son lo que aparentan" le contestó el viejo ángel. Cuando permanecíamos en el sótano de la mansión, noté que había oro en ese agujero de la pared. Puesto que el propietario era tan obsesionado, avaro y poco dispuesto a compartir su buena fortuna, sellé la pared para que él jamás lo encuentre. Entonces, ayer en la noche cuando nos dormimos en la cama de los granjeros, el ángel de la muerte vino por su esposa. Le di la vaca en lugar de ella. "Las cosas no son siempre lo que parecen". Esto es a veces exactamente lo qué sucede cuando las cosas no resultan de la manera que esperamos. Si tienes fe, necesitas confiar en ese resultado y esta será tu única ventaja. Puede ser que no lo sepas hasta tiempo más adelante. Piensa de esto: Si te es difícil conseguir dormir esta noche, apenas recuerda a la familia sin hogar que no tiene ninguna ni una cama para dormir. Si te encuentras atorado en el tráfico no te desesperes, hay gente en este mundo para la cual conducir sería un privilegio. Si tienes un mal día en el trabajo piensa en el hombre que lleva tres meses buscando trabajo. Si te desesperas por lo mal que te ha ido con tu pareja, piensa en la persona que nunca ha conocido el amor. Si te afliges pasar de otro fin de semana, piensa en la mujer en los estrechos calamitosos, trabajando doce horas al día, siete días a la semana, para que $50 pesos alimenten a su familia. Si tu coche te deja millas lejos de pedir ayuda. Piensa en el paralítico quién amaría la oportunidad de tomar esa caminata Si notas un pelo gris nuevo en el espejo; Piensa en el paciente con cáncer que desea tener pelo. Si te encuentras perdido en tu vida y preguntándote cuál es tu propósito, sé agradecido, hay gente que no vivió lo suficiente para conseguir esa oportunidad Si te encuentras víctima de la amargura de la gente, ignorancia, pequeñez o inseguridades; Recuerda que las cosas podrían ser peores. ¡¡¡Tu podrías ser una de ellas!!!! Si decides enviar esto a un amigo; ¡¡¡podrías aclararle el día a alguien!!!! Guzmán |