Número 13, Año 4, Enero - Marzo 1999


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EDUCACIÓN, TECNOLOGÍA Y CULTURA. ESTUDIO CRÍTICO SOBRE LA RELACIÓN EN PROCESOS, PRODUCTOS Y USUARIOS EN LA EDUCACION SUPERIOR EN MÉXICO

Por: Alejandro Byrd Orozco
Profesor del Departamento de Ciencias de la Comunicación del ITESM Campus Estado de México

 

Introducción (a manera de presentación)

 

¿Por qué la educación?

La educación y el trabajo son los procesos fundamentales del ser humano. Parece demasiado simple. No lo es: los individuos se reunen (1) (vuelven a unir) por poder. Mantienen una relación por formas complejas de interacción, personales e impersonales donde los procesos laborales, comunicativos, educativos y culturales, conforman los principios de socialización e historización que los mantiene en una organización.

 

Análisis del contexto

La institucionalización de Lázaro Cárdenas y la industrialización de Miguel Alemán conformaron un modelo de desarrollo que se agotó en el tiempo y las circunstancias. El signo educativo, pues, estuvo enraizado a la aventura político- económica del momento. Hoy no es diferente: el 4º informe de gobierno omite a fondo temas como Fobaproa, Chiapas y recortes al presupuesto y cita con ingenuo triunfalismo el incremento en las matrículas de educación El discurso dominante, pues, difiere de los hechos: 1) Nuestra economía es dependiente y nuestra política incierta (el incremento en el número de votantes no garantiza una sociedad democrática)

2) Registramos profundos retrocesos que se suman al del sector educativo: precarias condiciones de salud, desempleo, crisis económicas.

Es decir una producción discursiva que tiende a hacer apología del estado de la cuestión y que siembra mejor donde los marcos educativos son más débiles pues como expresa Zarzar, en su ensayo sobre estrategias para el aprendizaje grupal (1981), el aprendizaje crece (o decrece) según se relacione con la personalidad y la vida del individuo

En suma: cobijada por el slogan, la realidad, en una sociedad como la nuestra, se nos escapa. Una historia a la vez híbrida y sincrética (3) en la que es necesario adecuar sociedad y modernización con otro nivel de explicación que no adopte a fortiori una visión (Mayer, 1992, p. 19) estrictamente institucionalista que extrapole nuestra realidad. La herencia latinoamericana cristaliza nuestra cultura política: montada sobre el débito exterior armoniza dos roles distintos: el tiempo del acreedor se convierte en el del deudor (4). Profecía de Freire: el acto educativo es el goce de la construcción de un mundo común.

Como podrá apreciarse tal complejidad demanda explicaciones complejas. Las instituciones educativas se desarrollan en una lógica económica y no cultural. Es una forma de organización instituida en el capitalismo de consumo ( necesidad de libre circulación de bienes y personas) (5) que tiene otras dimensiones: lo instituido y lo instituyente son dos momentos de la institución que están en diálogo continuo. Las organizaciones,incluso las educativas, son empresas, con fines específicos que surgen por la necesidad de coordinar actividades y la voluntad propia o ajena de hacerlo.

De lo anterior desprendemos la necesidad de vincular educación y tecnología en la educación superior: actualmente las conexiones de las instituciones educativas con el entorno son contingentes y la planeación , cuando existe, se aísla de aquéllas.

 

Variables y escenarios: Contexto, tecnología, cultura y educación.

El paisaje anterior nos conduce a la encrucijada que desde Turing hasta Toffler (8) intentamos dibujar para estas cuatro variables que conviven con y sin contradicciones. Por un lado tenemos las preocupaciones que suscita la resistencia al cambio; Santiago Bachelle en investigación, invención, innovación (1985) lo plantea en grupos de criterios que determinan la creación del cambio (barrera al ritmo acelerado del cambio, esperanza y temor, conceptos éticos y valores morales, barreras a la innovación) y en proposiciones poco profundas: la obsolescencia tecnológica relega lo presente al pasado; a toda nueva idea como acción innovadora se antepone una reacción de autoobsolescencia; la creación espontánea del cambio implica el paso de lo abstracto a lo concreto; la investigación transferente es el proceso de maduración de la tecnología. Cito el particular porque contiene los argumentos principales de la defensa del cambio tecnológico en sí. Por otro lado, están las posiciones que resaltan el aspecto cultural y que

desprendo del cuaderno de comunicación educativa (1998):

*el desarrollo tecnológico es el hilo conductor de los grupos sociales, ocupando cada vez lugares más estratégicos (Fernández)

*explicitar el repertorio de conocimientos que las escuelas deben garantizar como capital cultural a sus estudiantes para relacionarlos con el entorno (Armenta)

*la educación es una forma de adaptación (González)

*procurar la relación dialógica en el aula para incidir en la interacción social (Fragoso)

No se trata de poner en una arena desigual tecnología y cultura, sino de procurar la llegada a la tecnología desde la educación y el contexto específico en el que se actúe. La cultura no es transferible: es humanidad y circunstancia, es construcción. Es cierto que como actores sociales nos exponemos a diversas mediaciones (familia, escuela, iglesia, medios) pero lo que hace de la familia la principal agencia psíquica de la sociedad no es su característica de pequeño grupo sino sus características como escenario inmediato de aprendizaje

Más aún: cuando hablamos de educación, tecnología y cultura en las instituciones educativas, no pensamos en la tecnología como factor dominante sino en un vehículo de la expresión: quizá el asunto sólo sea semántico: la tecnología es el suceso y nos empeñamos en convertirla en el proceso; el aprendizaje es el proceso pero al subsidiarlo a la tecnología lo convertimos en suceso y lo aislamos del contexto. Entonces pensamos en la transferencia y en el equipamiento antes que en la expresión. Del carbón quemado a las impresoras lásser: somos lo que decimos y lo que hacemos, partículas en onda, sujetos en procesos.

 

Notas Bibliográficas

1 Es la necesidad de estar con otros para diferenciar el uno. Es la recuperación artificial de las rupturas: el hombre en el paraíso (ruptura divina), el hombre con los demás (ruptura sexuada, seccionada); el hombre con la naturaleza (ruptura ecológica). En este sentido pueden consultarse: Platón, Diálogos (Simposio) p. 363 e Ibáñez , Más allá de la sociología P. 271

3 Como establece Touraine (1989, p. 157): "...no son formas imperfectas del modelo clásico europeo o norteamericano, combinado éste con los restos de una organización social y política llamada tradicional"

4 De acuerdo con Alcocer (1992, p. 67): "...las encuestas disponibles señalan que los mexicanos no aspiran a dejar de serlo sino a siéndolo al aprovechar la oportunidad que brinda el acceso al mercado más grande del mundo. Es una expectativa fundada en la confianza o el optimismo, más que en la información y el debate"

5 Según Lourau (1988, p. 67) tal forma se ha instituido porque: "...Las instancias institucionales forman un sistema. La institución es un código de vida con sus prescripciones y sus imperativos; pero es también un mensaje centrado en un mensaje mismo (y no ya en el código), con sus efectos poéticos, es decir, las identificaciones, las asociaciones que produce en el inconciente de los individuos..."

8 Turing, citado por Rose en Educational Technology, 38, pp. 56-61 y Toffler en La tercera ola, recogen la tradición dualista entre naturaleza y sociedad, deseos y deberes, cosas y objetos...seres y máquinas. Sin ser profecías aisladas, representan pautas importantes para explicarnos la atmósfera que respiramos

 

Bibliografía

Alcántara y Martínez (comp), México frente al umbral del siglo XXI, México, S XXI, 1992

Crozier y Friedberg, El actor y el sistema, México, Ed. Alianza, 1990

Giddens, A. Las nuevas reglas del método sociológico, Buenos Aires, Amorrortu, 1976

Gerald Goldhaber, Comunicación organizacional, México, Diana,1984

Alvin Gouldner, La dialéctica de la ideología y la tecnología, México, Alianza, 1978

Jesús Ibáñez, Más allá de la sociología, Madrid, Siglo XXI, 1989, pp.271

René Lourau: El análisis institucional, Buenos Aires, Amorrortu, 1988, pp.67

Luhmann, N. Sistemas sociales, México, UIA, 1991

Platón, Diálogos, México, Porrúa (col. "Sepan cuántos" No.13) 1972, pp.363

Amado Santiago Bachelle: Investigación, invención, innovación

 

Artículos:

La creación del cambio, pp.13-24

La obsolescencia tecnológica, pp.37-40

La percolación de las nuevas ideas, pp.5962

La creación espontánea del cambio, pp.63-64

La investigación transferente, pp.133-138

Carlos Zarzar Charur: Diseño de estrategias para el aprendizaje grupal. Una experiencia de trabajo, Perfiles educativos No.9, México, 1980, pp. 14-36

Antología de lecturas para la clase de Diseño y Difusión del Cambio Educativo (Primera parte), México, ITESM

Artículo: Rose E. (1998), Talking Turing... pp. 56-61

Ensayos de Comunicación Educativa, cuaderno de trabajo No. 2 época 1, año 1, 1998. Colegio de Educación y Comunicación, UNAM, ENEP, Acatlán

Juan Manuel Fernández Moreno: Paulo Freire una propuesta de comunicación para la educación en América Latina, pp.15-24

Venus Armenta Fraga: el papel de la comunicación educativa dentro de la sociedad compleja, pp.40-54

Héctor Jesús Torres Lima: caracterización de la comunicación educativa (primera parte), pp. 55-63

Laura González Morales: metodología para la construcción de un modelo de comunicación educativa en el aula, pp.64-71

David Fragoso Franco: La comunicación en el salón de clases, pp.77-88

 


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